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¿Cómo lograr tener disciplina?

Ya sea que estés estudiando por tu propia cuenta, que estés ideando tu propio negocio, que estés preparándote y tomando los primeros pasos para emprender, o, si tus objetivos más bien fuesen respecto a temas de salud física, por ejemplo, querer bajar de peso, cambiar tu rutina diaria, complementándola con ejercicio físico, cambiar tus hábitos de alimentación, etc. Todos estos, son casos en donde tener disciplina y mantenerla, es esencial para poder lograr tus objetivos.

Antes de mencionar algunos tips, para practicar la disciplina y poder habituarnos a ella, quisiera resaltar algunos aspectos importantes (Ojo: sin ánimos de desmotivar, sigue leyendo y verás porque hago estas aclaraciones previamente):

  • Tener disciplina en algo que es completamente nuevo para ti, y que no estás acostumbrado ni siquiera a algo mínimamente similar, puede ser algo cuesta arriba, o, en una palabra más simple: difícil.
 
  • Tener disciplina en una actividad en la que sólo tu participas o si eres sólo tú el involucrado, puede resultar difícil. Sobre todo, si tu personalidad es extrovertida y acostumbras estar acompañado por personas en la mayoría de tus actividades.
 
  • Tener disciplina en algo que no quieres hacer, en algo que solo sientes que es una obligación, es difícil de lograr. Es decir, cuando ni siquiera estás convencido de lo enriquecedor, lo agradable o placentero que pueda ser lograr ese objetivo; y si más bien, solo ves las cosas negativas de ese camino que implica llegar a la meta.
 
  • Y finalmente, tener disciplina en algo que se lleva tiempo, es difícil.
 

Teniendo claro qué cosas disminuyen nuestra capacidad de tener disciplina, nos será más fácil saber qué cosas sí aumentarían esa capacidad. De acuerdo a eso, estas fueron mis conclusiones:

Ten claro tu objetivo

Tener claro tu objetivo, saber por qué decidiste tomar esa meta, por qué lo estás haciendo y cuáles son sus beneficios, te ayuda a llevarlo a cabo con mayor efectividad. Si por ejemplo, la meta es bajar de peso por temas de salud, en este caso, la meta no suena muy divertida. Ya que implica dejar de comer cosas que nos agrada, es decir, implica cierto sacrificio.

Entonces, para que esta meta no se vea tan desagradable, desmotivadora y sacrificada, dale la vuelta y vela desde otro punto de vista. Para ello, pregúntate ¿qué beneficios me trae lograr esta meta?

Pues al tener claro los beneficios, puedes darte cuenta de la importancia que tiene ese objetivo en tu salud. También, puedes visualizar lo bien que te verías si bajaras de peso, y alegrarte por eso. Y no solo se trata de verte bien, sino que también te sentirás mucho mejor contigo misma, aumentarás tu autoestima, e incluso puede ser que logres tener más energía y cansarte menos.

Tener esa claridad y saber por qué lo estás haciendo, hace que te comprometas aún más con la meta. Hace que aumente tu deseo por lograrlo. Lo que muchas veces significa que lo lograrás.

Elabora un plan

Crear un plan para lograr eso que tanto deseas, es vital para mantener un orden y un paso a paso mejor estructurado. Este orden te hará sentir más seguro y tranquilo, porque ayuda a concretar, a eliminar o disipar la incertidumbre y permite tener más certeza sobre cómo sucederán las cosas. Y no cabe duda, de que este tipo de certezas traen tranquilidad.

Un buen tip al momento de hacer un plan, consiste en dividirlo en varios pasos más pequeños. Existen muchas formas de estructurar un plan. Puede ser dividiéndolo en varias categorías, y a su vez, dividir cada categoría en varios pasos. Y dependiendo del plan en específico, podría dividirse cada uno de estos pasos, en pasos aún más pequeños.

Pero, ¿a qué me refiero con pasos pequeños? Me refiero a aquellas acciones que requieren poco tiempo y que son relativamente fáciles de realizar.

Y ¿Por qué son tan buenos crear pequeños pasos? Porque son menos abrumadores.

Al mirar cada pequeño paso, te darás cuenta de que no son tan difíciles de llevar a cabo, ya que causan menos estrés e inseguridad que si lo mirarás de otra forma.

Por ejemplo, un gran paso lo puedes dividir en 7 pasos más pequeños. Y si te enfocas en cada paso a la vez, estarás concretando cada uno poco a poco, hasta estar cerca del paso final de ese gran paso. Y de pronto lo concretas, y habrás dado un gran paso más para la realización de tu meta, de una forma más tranquila y menos estresante.

Cambia de hábito gradualmente.

Llevar a cabo un nuevo plan, hacer algo a lo que no estamos acostumbrados, implica cambiar de hábito. Muchas veces eso requiere de mucho esfuerzo, y es allí cuando la disciplina se vuelve nuestra mejor aliada para lograr nuestros objetivos. Para empezar, piensa ¿cómo podría implementar ese nuevo plan poco a poco?

Por ejemplo, si quieres salir a hacer ejercicios todas las mañanas de lunes a viernes, antes de ir al trabajo. Seguramente, en este caso vas a necesitar levantarte más temprano, para que después del ejercicio, puedas llegar a tiempo a tu trabajo. Así que, una idea para empezar a implementar esta nueva rutina, es tan solo levantarte temprano.

Y si no te hace sentido levantarte temprano sin ningún propósito, entonces podrías sumarle el hecho de salir. Levántate temprano y sal de tu casa a caminar un rato. Implementa eso al menos unos tres días. Y cuando te sientas seguro, súbele cada vez el nivel, es decir, súmale a la rutina 10 minutos de caminata, luego 10 minutos más, luego reemplaza la caminata por trote. Y así sucesivamente.

Consigue compañía

Hay algunas metas que son muy individuales, y que difícilmente se pueden realizar en compañía de alguien, por ejemplo, porque sencillamente ese alguien no tiene esa misma meta que tú. En estos casos, en vez de realizar las acciones (que te acercarán a tu meta) junto con alguien más, podrías más bien buscar algún tipo de acompañamiento, como un coach o un mentor.

Hoy en día, existen muchos coach de muchos tipos y para diferentes temas. Ya sea para mejorar estilos de vida para un mayor bienestar, es decir, bajar de peso, alimentarse mejor, lograr un físico con el que te sientas más conforme, etc. También los hay para temas financieros, sirven de guía, por ejemplo, para distribuir mejor tus gastos y tener más ahorros, etc.

En internet hay infinidades de opciones. Lo importante es que te asegures de que ese coach que te cae bien, y con el que más resuenes, sea confiable y profesional en su trabajo. Pues sabemos que hay muchos estafadores en este mundo, y en internet es más fácil caer en sus juegos. Por esta razón, busca señales que aporten confiabilidad y analízalos: testimonios de clientes, certificados de algún tipo de estudio y otras cosas que den cuenta de su experticia.

Pero, no solo está la opción de un mentor. También, puedes buscar compañía de otras formas.

Por ejemplo, inscríbete en un curso presencial que tenga que ver con tu meta. De esta forma, puedes conocer gente que tiene las mismas inquietudes y metas que tú. Así, podrás nutrirte de ellas, aprender, enriquecerte, y motivarte al no sentirte solo. Ya que la soledad puede aburrir y desmotivar.

Otro punto importante respecto a esto, es que hay personas a quienes no nos gusta buscar ayuda y lo hacemos todo solos (me incluyo y no me enorgullezco de eso). Y sucede que en algún punto, nos desgastamos. Porque dependiendo del tipo de meta, hay algunas que significan mucha carga y mucho trabajo para una sola persona.

Así que es importante reflexionar sobre esto, y reconocer cuándo necesitamos ayuda.

Y si no consigues quién o quiénes pueden ayudarte en el camino, al igual que los coach que puedes encontrar en internet, también puedes encontrar allí asesores y profesores en diferentes temas referentes a tu meta en específico. Como ejemplo, te puedo mencionar que existen asesores en temas legales. De modo que si tu objetivo es crear un negocio o emprendimiento, puedes formalizarlo con ayuda de estos asesores.

Sé constante y descansa de vez en cuando

La constancia es no detenerse. Seguir adelante. Hacer cada cosa que hay que hacer, con una determinada frecuencia.

Establece una frecuencia de tiempo para hacer cada actividad o paso que te propongas. Planifícate. Por ejemplo, puedes hacer un horario semanalmente, para determinar qué días y qué horas destinarás para cada uno de los pasos o actividades.

Por otro lado, sabemos que no es tan fácil hacerle caso a un horario al pie de la letra. A veces puede ser que nos desviemos un poco de la planificación. Y eso está bien, es decir, somos humanos, no todo lo vamos hacer a la perfección. Lo más común que puede pasar, es que cierta actividad nos lleve más tiempo del que habíamos previsto. Y no importa. Lo más relevante es que no nos detengamos.

Pero, respecto a “detenerse” también hay algo que aclarar. Como humanos nos cansamos, y a veces sentiremos la necesidad de detenernos y descansar.

Cuando eso ocurra, hazle caso a tu cuerpo, a tu mente y a tu intuición. Pues es preferible descansar unos 4 días y rendir al 100 por ciento en los 4 próximos, que trabajar unos 8 días seguidos a media máquina, es decir, a un 40 o 50% de tu energía. Ya que en este último caso, puede ser que no logres completar cierta tarea y en el otro caso puede ser que sí. Reflexiona al respecto, y decide inteligentemente.

Busca motivación, alegría y cosas positivas en la consecución de tu meta

Mucho se dice por ahí, que lo importante es disfrutar el camino. Y considero que es cierto.

Disfrutar el camino, significa alegrarte, divertirte, sentirte bien, enriquecido y resplandeciente con eso que estás haciendo y que estás logrando. Y sin duda, sentirte así te ayudará a lograrlo con mayor efectividad y sin tanto peso, sin tanto desgaste, sin tanto estrés ni ansiedad.

Recomiendo ver siempre las cosas positivas de tu camino, tomarlas en cuenta y reconocerlas. Pues eso hace sentir bien a cualquiera. Ayúdate con eso. Ayúdate a ti mismo a motivarte, sobre todo en los momentos en que más sientas que lo necesitas.

Algo que me ayuda a motivarme, es encontrar en las redes sociales personas que me inspiran. Es decir, personas que han llegado a la meta, a la misma a la que yo quiero llegar. Conocer sus historias, por lo que han tenido que pasar, cómo salieron de las dificultades, conocer sus logros en sí, y ver sus éxitos, todo eso, me motiva. Me dan fuerzas para seguir.

Si eso al igual que a mí, te trae motivación, usa esa estrategia a tu favor. Y si no es así, busca qué puede ayudar a motivarte.

Otro ejemplo de algo que me ayuda, son las películas y series. Ver una historia de vida (así sea ficticia), de amor, de superación, de la esencia misma de la vida, de alguna forma me inspira y me motiva. Así no tenga nada que ver con el tema de mi meta (ejemplo, quiero ser una artista reconocida y la película trata de una historia romántica), de igual forma me ayuda. O sea, mi mente abstracta logra conseguir una conexión de esa historia con la mía, y por eso me hacer sentir representada y me motiva.

Valora tu progreso, prémiate.

Date un premio de vez en cuando. Sal a comer algo rico en un restaurante, planifica una salida con tus amigos, viaja, o, simplemente, ve al parque a disfrutar de la naturaleza un rato. Estos premios dan ánimo, recompensan tu esfuerzo y también te ayudan a descansar y a que recuperes energía.

Autoexigirse no es fácil. En el sentido de que puede ser desgastante para algunos, sobre todo para las personas que son muy perfeccionistas o muy autoexigentes. Es decir, puede desgastar incluso emocionalmente. Por esa razón, consiéntete de vez cuando, porque te has esforzado mucho y el esfuerzo hay que compensarlo con algo bueno. Pues debe haber un equilibrio entre trabajo y esfuerzo; y, disfrute y recompensas.

En resumen

Independientemente de cuál sea tu meta, grande o pequeña, a largo plazo, corto o mediano, tener disciplina te ayudará a concretarla. La disciplina es esa capacidad que tenemos para lograr cualquier cosa que nos propongamos. Si hasta el momento no habías tenido en cuenta la disciplina para lograr eso que tanto quieres, te invito a probarla y a ejercer tus propios métodos para conseguirla guiándote de los que te sugiero en este artículo.